Caminamos juntos como dos desconocidos. Bueno, eso es lo que realmente somos. Dos desconocidos que juegan a que los demás crean que se conocen. Me cuentas sobre lo que hiciste hoy, sobre el cumpleaños de tu viejo y un montón de cosas que no logro retener. Trato de buscar tu mirada pero no la encuentro. Siempre que me hablas es como si le hablaras al vacío, a la nada, al aire...
Tal vez para ti soy “la nada”. Soy el imbécil que te acompaña, el amigo que te espera fuera de tu trabajo, el estúpido del que te aprovechas. Realmente soy el maldito idiota que daría la vida por ti, aunque tú no lo sepas, daría la vida por que tus ojos se cruzaran tan solo una vez con los mios, solo con eso seria feliz. Pero no. Seguimos siendo los mismos desconocidos de siempre.
¿Sabes cuan incomodo es platicar contigo y no poder decir lo que siento?, ¿Sabes lo molesto que es despedirme de ti y que no pueda dejar de pensar en besarte los labios?
Nunca seremos más que unos desconocidos, eso lo tengo claro.
Idea vieja, mas de alguien la ha leido.
sábado, octubre 07, 2006
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